El mundo comienza a adaptar sus ciudades al clima extremo

Anabel Rosas

La comunidad científica confirma que vamos con retraso en la aplicación de políticas para frenar el cambio climático, lo que hace esencial adaptar nuestras ciudades a la nueva realidad climática. Los efectos adversos del clima, como olas de calor, inundaciones y sequías, se intensificarán en las próximas décadas. La adaptación urbana implica infraestructuras resistentes al clima, sistemas de gestión del agua más efectivos y planificación urbana sostenible.

Invertir en estas medidas no solo protegerá a las comunidades de los impactos climáticos, sino que también puede generar empleos y fomentar la resiliencia económica. La adaptación es una parte fundamental de la estrategia global para abordar el cambio climático y proteger nuestro entorno y bienestar a largo plazo.