El calentamiento del planeta en épocas pasadas se debió principalmente a factores naturales, como variaciones en la órbita terrestre, ciclos solares, erupciones volcánicas masivas y cambios en la composición atmosférica.
Estos procesos naturales liberaron grandes cantidades de gases de efecto invernadero, como dióxido de carbono y metano, en la atmósfera, provocando un aumento de la temperatura global. A lo largo de la historia de la Tierra, se han registrado periodos cálidos y glaciaciones, impulsados por estas causas naturales. Sin embargo, el actual calentamiento global se atribuye principalmente a la actividad humana, ya que la emisión excesiva de gases de efecto invernadero, principalmente a través de la quema de combustibles fósiles y la deforestación, está desencadenando un rápido aumento de la temperatura que supera las variaciones naturales del pasado.