Anabel Rosas
La economía, y por ende los economistas, se enfrentan a un desafío sin precedentes a raíz de la escalada bélica entre Israel y el grupo terrorista HAMAS. Si bien la atención mundial suele centrarse en las implicaciones geopolíticas y humanitarias, los economistas deben sopesar las consecuencias económico- financieras que esta situación conlleva, con una atención especial a la subida del precio del crudo y su influencia en el repunte de la inflación.
Según Francisco Menargues, decano del Colegio de Economistas de Alicante, el aumento de los precios del combustible no solo se notará en el surtidor de las gasolineras, sino que se filtrará a lo largo de toda la cadena de suministro. Los gastos del transporte y de la energía se elevan, impactando directamente en los costes de las empresas. Esto, a su vez, puede llevar a un aumento en los precios al consumidor, afectando de nuevo al poder adquisitivo de las familias”.